Cycad revoluta
No necesitas ser Steven Spielberg para saborear las maravillas del Jurásico, no necesitas encontrar una cámara del tiempo que te traslade a ese mundo, sólo necesitas ir a la tienda más cercana y adquirir una “palma” de Sagú.
Este soldado legendario cubierto de esta coraza dura, está más relacionada con las coníferas y los arboles de Ginkgo que con las palmas, y podemos trazar sus orígenes en la era mesozoica.
Esta primitiva criatura se adapta a cualquier suelo con buen drenaje, prefiere el pleno sol o sombra parcial. Su crecimiento es lento, y sus hojas verde oscuro en vez de crecer continuamente, se producen en de una sola tirada; periodo al que llamaremos renacimiento, estas llegan a alcanzar de 20 a 50 pulgadas de largo. Su diámetro por lo regular es de 1 a 12 pulgadas en algunos casos llegando a más. En óptimas condiciones su altura puede llegar a 15 pies, pero comprobarlo por nosotros mismos será un poquito difícil, ya que tarda en llegar a esa altura como 150 años.
Los cicadáceas más populares son la Queen sagú y King sagú siendo esta última, la más popular. Si quieres multiplicar tu planta y ahorrarte unos dólares puedes hacerlo por semilla o por los nuevos retoños en la base o en tronco. Por semillas el proceso será más lento ya que solo germinar te tomara un par de meses.
Sólo tengamos presente que es una planta un poco difícil de manejar.
Cuando decidas darle la oportunidad a tu jardín de adquirir un toque tropical con este ejemplar detenido en el tiempo, hazlo con la idea, que al momento de plantarlo se quedara en ese lugar por mucho tiempo, ya que trasladarlo después puede llegar a ser una tarea ardua y dolorosa. Es bueno también mantenerlo un poco alejado de áreas de constante tránsito y donde usualmente jueguen niños.